ALBERTO BUITRE – «Quienes opinan que condenar las expresiones homofóbicas antenta contra la libertad de expresión, imagino que entonces estarán de acuerdo con que un desconocido los acose en la calle gritándoles «pinche pendejo» o «chinga tu madre» mientras ustedes no hacen nada porque están respetando su derecho a manifestarse, ¿no?». Esto me lo compartió ayer mi amigo Alejandro Ávila, activista por los derechos de la diversidad sexual, a propósito del actual ¿debate? sobre si gritar «puto» en los estadios es una conducta homofóbica que debe ser denunciada y erradicada, o no.
Yo, por supuesto, opino que quienes lo dicen, la comenten, y deben ser denunciados. Me queda claro que es gente idiota y que guarda profundo odio personal. Pero yo qué. Los primeros en escandalizarse deberían ser los estúpidos que despachan en la secretaría de Turismo del Gobierno mexicano, los responsables de la marca-país México, al descarar a este territorio como uno donde priva la discriminación y el lamentable cinismo, cuando un acto tan primitivo como éste se pretende esconder como una «picardía». Mis amigos de otros países me preguntan que por qué gritamos eso. «Somos unos idiotas», respondo, seguido de una retahíla de cómo y por qué el mexicano es un pueblo patéticamente doblemoralista, violento. racista y xenófobo. Y si no, pregúntenle a los migrantes centroamericanos. (más…)